viernes, 27 de abril de 2012

DE LO NUEVO POCO...













Sobre el techo de la noche
Una gotera perpetua
Y al igual a dedos diseminados por los broches
Una cabeza vuelta sobre la temblorosa de las velas
El antro soñado
Bien adentro en mis pupilas
Las ideas voladas por el firmamento precipitando
Y flota como en un espejismo
El cuerpo perforado de estrellas a puñados
Entonces puñal y promesas
Sombrío a doblegar y humedal
Todo lo que por ella
En una catarata de asociaciones y estampida
Que de un puro beso
Logra atropelladamente
Deslizarme entre  la lluvia hacia abajo por sus pensamientos…













Los trajo no sé desde donde
El asunto es que los trajo hasta mí
A esa hora un árbol se estira en el horizonte
Y yo me contengo en sus ojos entonces
Anestesiado de verme en crecimiento
Como si debutara en lo amplio de sus escaparates
En el abrir de su adolescencia
Entre siluetas y bultos interferentes
Proyectando las estaciones en el riel
Para verme vuelto prenda
Del cuerpo limitando con el desborde
Hasta terminar por derrotarme
De tanto espacio inundando mi mecanismo…












Pudimos hasta encontrarnos
Sino con la pura estremecedora noche
Ahí quedaron zonas grandes despoblados
Y en esa oscuridad nos sentamos ignorantes
A cabecear en nuestro núbil velatorio
Ahora
Recuerdo tu edad yaciendo
Sangrando en cada movimiento abrazándose
Como una exageración la recuerdo
O como una historia contada con las manos
Cuerpo querido a contracuerpo
Y me hundo
En la ausencia del color
Con la oquedad de la palabra espera
En el furor de tu viudez y la mía
En mi falta
Involución despintada de obras ya casi
Fosa de nosotros
Olvidada como el camino alguna vez…








Ahí esta y es pequeña
Inmensamente de pie
Dibujado en sólo ella
Palabras que sola sabe con su dedo sobre su herida
Es ahora
Que siente miedo de esta hora
Ella magia por milagros
Que deja su cabecita lágrima
De entre todas las espinas
Y es que se sana
Dolidas las rodillas
Con saliva
Entonces a partir de esa ecuación
No cabe más mi amor en mí
Y lo escrito se lo lleva hasta la tumba
De los ojos míos
Y aunque me vuelo en longitud
No logro sino
Ver tejerse el abecedario
Engranarse en inmenso irreversible
Todo el hervor  de los cielos en sí misma.





Cuando me levanté
Mi cuerpo estaba botado
Distante de mí
Y no lo había sabido y no lo aprendí
Como por la noche
Estaba botado inmerso quedaba
Para entonces moría una era
Y se llevaba con ella el final
Comencé por helarme
Se me voló la cabeza de papeles volados
Y me hice una dorsal de mi calavera
Para hasta los pies romperme después
Dueño de movilidad en los sueños
Como por la noche alzado…

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