Ayer luché contra la muerte
Y hoy yazgo abatido por dos mujeres
Y en la contienda victoriosa 
La vi tan solo de reojo 
Y es que a mi me corría secretamente algo por el cuerpo
Y tenía por aliada a la dulce
En cambio 
El cadáver de mis emociones
La violencia enarbolada con la que perdí
Ahora 
Cabe señalar para el todo
Que cuando derroté a mi amante
Yo ya había fallecido 
                                             Y estaba ya muy lejos de mi corazón.
Por delante del lugar actual 
El equipaje de mi mente
Al atravesar la angustia corpórea de la ausencia
La noche
Y es que el rol que entendí
Mi vicio en este personaje
No es sino la insanidad enrrostrándose
Entonces
Quemo otro día 
Me lleno de venenos
Y me olvido del esfuerzo nulo
Tal el que siente todo espectador
Que decide ser parte de la obra.


 
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